BlackRock: Los Amos del Universo

El monolito financiero conocido como BlackRock tiene un estimado de $10 trillones bajo su administración y está utilizando su influencia para cambiar el mundo; pero no para mejor.

A pesar de lo que hayas escuchado, se trata de mucho más que de “dinero”. Siempre ha sido así.

La reciente transformación cultural de la Norteamérica corporativa — piense en Bud Light, Target y Disney como algunos de los ejemplos más recientes — ha conmocionado hasta la médula a los estadounidenses tradicionales.

De repente, parece que todas las compañías importantes de la nación se han “despertado,” promoviendo todo, desde el alarmismo del calentamiento global provocado por el hombre y la mutilación “transgénero” de los genitales de los niños hasta el globalismo ateo y el racismo vicioso. Todo está sucediendo bajo el pretexto de mejorar los puntajes de “Ambiental, Social, Gobernabilidad” (ASG) y las métricas de “Diversidad, Equidad e Inclusión” (DEI).

Los clientes lo odian de forma contundente, por supuesto, como muchas compañías que enfrentan boicots y agudas penalidades lo han aprendido. Así también lo han hecho los accionistas, los gerentes y los empleados.

Sin embargo, a pesar de ser una forma de perder dinero y de sufrir un permanente coro de los conservadores de “conviértete a Despierto y vuélvete un Destruido”, más marcas y compañías están subiendo al tren, aparentemente sin importarles el daño que hacen a sus marcas. Pero hay más cosas en esta historia, una explicación sencilla de la locura se esconde más allá de la superficie.

Detrás de las bambalinas, tranquilamente hay una poderosa fuerza responsable por empujar todo ese fanatismo corporativo “Despierto”. Tiene un nombre: BlackRock. El administrador de activos más grande del mundo, el gigante corporativo tiene un estimado de $10 trillones de dólares bajo su administración. Poniéndolo en perspectiva: eso es más que el Producto Nacional Bruto (PNB) de cada país del planeta excepto los Estados Unidos de América y la China Comunista. Cuando el mandamás de eso le ordena a los mortales menos importantes — los que gerencian las compañías de las 500 de Fortune — a que salten a ello en su “carta anual a los CEOs”, los dirigentes empresariales alrededor del mundo se paran en atención y preguntan, ¿Cuán alto, señor?

El periodista Matt Taibbi se refirió a Goldman Sachs, en un artículo en la revista Rolling Stone, como “un gran calamar vampiro enroscado alrededor de la cara de la humanidad exprimiendo sin parar para chuparle cualquier cosa que huela a dinero”. Pero como el mayor accionista del vampiro infernal, BlackRock, aunque menos conocido que su diabólico cefalópodo otro yo, ahora es más importante en magnitud superior, tanto en negocios, como en política. Es el Gran Jefe de todos los vampiros, tomando prestado el lenguaje de Taibbi.

El poder del gigante corporativo es imposible de esconder. Posee más del 5 por ciento de la mayoría de las compañías del S&P 500, de acuerdo a CNBC. Y sus tentáculos se extienden a las cuatro esquinas de la economía global. En realidad, junto con State Street y Vanguard, BlackRock está entre los mayores accionistas en la mayoría de las compañías grandes que uno pueda mencionar. Frecuentemente es también el mayor accionista en aquellas compañías que compiten entre sí.

En un destape de tres partes sobre el monolito financiero, el periodista independiente James Corbett, del Informe Corbett, comienza con un experimento del pensamiento. En ese escenario, usted comienza comprando en Walmart, donde BlackRock es uno de los mayores accionistas. Entonces compra Coca-Cola, donde BlackRock es dominante. Se pone una vacuna Moderna — donde otra vez BlackRock posee un siete por ciento. Ahora, llena el tanque de su vehículo en una gasolinera Exxon, y otra vez, allí está BlackRock. Finalmente, frustrado, decide encerrarse en su casa y comprar por Amazόn, y otra vez, BlackRock posee uno de los mayores paquetes accionarios.

Una vez que compra estas grandes posiciones, BlackRock deja en claro que la firma irá a “Despierta”. Peor aún, quizás esta desgracia impuesta a las compañías se hará con tu dinero. A pesar de las protestas de los inversionistas, de los líderes políticos, y aún de las instituciones con masivas cantidades de dinero invertidas en BlackRock, la firma, obligatoriamente vota las acciones que sus clientes poseen técnicamente para promover la Agenda “Despierto”. Más aún, la amenaza a los miembros de la Junta Directiva que quienes resistan, serán removidos de su lucrativo puesto es un manto terrible que flota sobre las Juntas Directivas, en todas partes.

El Presidente y Director Ejecutivo (CEO) de BlackRock, Larry Fink, ha alardeado reiteradamente sobre lo que está haciendo con tu dinero. Los “comportamientos tienen que cambiar, y eso es lo que estamos pidiendo a las compañías”, declaró Fink durante una discusión en 2017 convocada por el New York Times. “Tienes que forzar comportamientos, y en BlackRock estamos forzando comportamientos sobre las compañías, así como en la gente que trabaja para esas compañías y aún sobre los consumidores.

Pero los casi $10 trillones que maneja para sus clientes, como tú, (por la vía de tus fondos de retiro) y por los gobiernos locales y estatales, es solamente una parte del cuadro. Mientras State Street y Vanguard son jugadores principales en el manejo de inversiones, ambos de ellos, entre muchos otros, ahora descansan en la plataforma de Inteligencia Artificial conocida como Aladdin (Activo, Pasivo, Deuda y Red de Inversiones Derivadas). Ese sistema ahora domina la economía global, con menos tentáculos pero dondequiera, como el Drácula de los cefalópodos.

La Influencia Política de Fink y de BlackRock

Además del inimaginable poder económico de su compañía, el hombre que creό y continua dirigiendo BlackRock, el autoproclamado globalista Fink, es también de los más poderosos corporativistas globales para el ojo público, por derecho propio. Entre otras capacidades, se sienta en la Junta de Directores Fiduciarios (Trustees) del Foro Económico Mundial de Klaus Schwab (WEF), la organización que mezcla en un todo a líderes políticos mundiales y de negocios para impulsar el “Gran Re-Arranque” (Reset).

Adicionalmente la organización WEF, radicada en Suiza, es también un “socio estratégico” de las Naciones Unidas para transformar al mundo radicalmente a través de las “Metas de Desarrollo Sostenible” conocida como la Agenda 2030 de las Naciones Unidas.

Fink se sienta también en la Junta del globalista Consejo para las Relaciones Extranjeras, que sirve básicamente como el cuartel general del gobierno invisible en los Estados Unidos de América. La entonces Secretaria de Estado Hillary Clinton confesó que el CFR le dice a los globalistas como ella “qué debemos estar haciendo y cómo debemos pensar sobre el futuro”. El anterior Vice Presidente Dick Cheney, Republicano, alardea de su asociación de larga data con ese grupo, aunque admite que jamás se lo ha dicho a sus constituyentes de base en Wyoming. Joe Biden bromeὁ en público que su jefe era Richard Haas, Presidente del CFR. Y el Almirante de la Marina Chester Ward, quien estuvo 16 años como miembro de CFR antes de traicionar, declaró que el grupo, y sus miembros, estaban dedicados a la destrucción de la soberanía norteamericana y a la creación de un único gobierno mundial.

Además, Fink es miembro también del aún más elitista y exclusivo grupo conocido como la Comisión Trilateral. Ese grupo fue fundado por el desaparecido billonario David Rockefeller, quien alardeό en su autobiografía Memorias, de “conspirar” con una “cábala secreta” de internacionalistas, de trabajar “contra los mejores intereses” de Norteamérica para formar un orden global político y económico. La organización se ha dedicado, desde su creación al advenimiento de lo que llama “Nuevo Orden Económico Internacional”, que es, en esencia, entibiado por la tecnocracia, una especie de utopía fascista y socialistoide, en la que los tecnócratas y los ingenieros conducen la sociedad y las vidas, en el nombre de una supuesta sostenibilidad y eficiencia.

Todas estas organizaciones juegan un papel crucial en la transformación global hacia una gobernabilidad tecnocrática planetaria, destructora de libertades. En otras palabras, Fink se sienta en el ápice del Estado Profundo. Y utiliza el inocultable poder de $10 trillones bajo su administración, para reformular todos los negocios y la economía global.

Pero, no se trata solamente de dinero y organizaciones secretas. En realidad, los vínculos de Fink con el gobierno son tan penetrantes, que es difícil distinguir dónde termina la Administración Biden y dónde comienza BlackRock. Esto ha sido reconocido, incluso, por voces del “establishment”. El megáfono propagandístico Bloomberg, del autócrata billonario Michael Bloomberg, se ha referido a BlackRock como “la cuarta rama del gobierno”. Y eso no es una hipérbole.

Fink, un demócrata de larga data, le dijo a Biden, “Aquí estoy para ayudar” en la elección del 2020, de acuerdo a un portavoz del “establishment”, El Atlántico. Y las relaciones únicamente  han crecido. BlackRock también se ha convertido en un jugador fuerte en las contribuciones políticas, entregando fuertes sumas a través de sus empleados, gerentes, y su propio PAC (Comité de Acción Política), estableciendo un nuevo récord en las elecciones de medio término en el 2022. Mas aún, hay una interminable lista de individuos que atraviesan “la puerta revolvente” entre BlackRock y el gobierno, que mueve a altos ejecutivos de BlackRock a altos funcionarios gubernamentales y viceversa.

Por ejemplo, Brian Deese, entonces jefe global de inversiones sostenibles en BlackRock, fue seleccionado por Biden para dirigir el poderoso Consejo Económico Nacional. Antes de estar en BlackRock, Deese sirvió como asesor superior de Barack Obama y de Hillary Clinton. El anterior estratega global de inversiones de BlackRock y anterior funcionario de Obama, Michael Pyle, fue seleccionado como consejero económico principal de Kamala Harris. Otro elegido tope de la Administración Biden, el subsecretario del Tesoro Adewale Adeyemo de Nigeria, sirvió previamente como Jefe de Gabinete de Fink.

La puerta revolvente muestra muchos íntimos del gobierno sirviendo en BlackRock. El miembro del CRE Thomas Donilon, presidente del Instituto de Inversiones de BlackRock, sirviὁ previamente como consejero de seguridad nacional de Obama. Su hermano Mike, conocido como “el encantador de animales” que secretea al oído de Biden, fue el jefe de estrategia de Biden para las elecciones. La anterior personalidad del Social Security Dalia Osman Blass ahora sirve como Jefa de Asuntos Externos de BlackRock. Cuando parecía seguro que Hillary Clinton se convertiría en Presidente, Fink nombró al anterior Jefe de Gabinete de ella, Cheryl Mills, a la Junta Directiva de BlackRock.

En suma, los operativos de BlackRock están dirigiendo el gobierno mismo, que al menos en teoría, debe estar a cargo de proteger al público de una fuerza hostil convertida en arma como BlackRock, utilizada para secuestrar al gobierno y saquear al público. El vampiro a cargo de cuidar las gallinas.

A través de Europa, también BlackRock ha estado comprando a los políticos como si fuesen sellos postales de colección. La lista es casi infinita. El analista William Engdahl apunta que entre aquellos que le aseguran a BlackRock “contratos lucrativos” con sus antiguos asociados está un importante ex parlamentario alemán, que era personero de la anterior canciller alemana Angela Merkel en el Partido “Demócrata” Cristiano, Frederic Merze, reputado posible sucesor de ella al frente del gobierno, fue contratado por BlackRock como “consultor político.” El anterior Ministro de Tesoro británico, George Osborne, también es consultor político de BlackRock.

Fink ha estado escudriñando antiguos banqueros centrales influyentes, ayudando a BlackRock con jugosos contratos con algunas de las más importantes instituciones del mundo. El anterior Presidente del Banco Nacional Suizo, Philip Hildebrand, por ejemplo, sirvió como vicepresidente de BlackRock. El anterior Vice Gobernador del Banco de Canadá, Jean Boivin, fue designado “jefe global de investigaciones” en el Instituto de Inversiones BlackRock. Y Stanley Fisher, que era vice presidente de la Reserva Federal, fue designado “consejero superior” de BlackRock. El anterior oficial superior de la FED Coryann Stefansson se adscribió a la Consejería de Mercados Financieros de BlackRock en 2016. Y esto es solo la punta del “iceberg”.

La Manía de las MDS

Para escuchar decirlo a Fink y sus colegas globalistas, la sostenibilidad y el “desarrollo sostenible” son las metas supremas – la ideología que sostiene la transformación en curso de los sistemas políticos y económicos alrededor del mundo. La Agenda de la ONU es un esquema de 21 desarrollos sostenibles expuesta en estas páginas, está siendo fraccionada en unidades más manejables. La actual es conocida como la Agenda 2030 de Metas de Desarrollo Sostenibles (MDS).

Esta Agenda 2030, ha sido aceptada por todo gobierno nacional en el planeta, incluyendo la Administración Obama, incluye 17 objetivos y 169 metas, que impactan todas las áreas de la vida, desde el cuidado de la salud, hasta la ley y la agricultura. El entonces Jefe de la Asamblea General de la ONU, Peter Thomson, la llamó “el plan maestro para la humanidad”, mientras el entonces Secretario General de la ONU, Ban Ki-Moon, la llamó la “declaración de interdependencia” global, aprobada por el “Parlamento de la Humanidad”. 

Prácticamente todos los gobiernos se han incorporado a ese tren, con el Partido Comunista Chino alardeando de haber jugado un “papel crucial” en desarrollar la hoja de ruta global hacia el totalitarismo tecnocrático. En el frente religioso, el Vaticano y los líderes religiosos alrededor del mundo han unido sus fuerzas para comprometer a sus seguidores al desarrollo sostenido de las MDSs.

Del lado empresarial, el Fórum Económico Mundial, dónde Fink ocupa una silla en la Junta Fiduciaria, está trabajando con la ONU a través de una “alianza estratégica” para incorporar a todas las empresas del mundo en el sistema global. Fink está lidereando ese empuje mediante la imposición de las reglas MDSs a las empresas. (Para un tratamiento más profundo de las MDS, lea la historia de la cubierta hecha por William F. Jasper en el número del 24 de Abril, La Agenda MDS de Biden).

Promulgando el “capitalismo de los accionistas”, un concepto popularizado por Klaus Schwab y el Fórum Económico Mundial, con raíces profundas en el fascismo y en la tecnocracia, Fink ha dejado claro que las asignaciones de capital se basan no solo en la tasa de ganancia, sino también en las nuevas metas politizadas decididas por los futuros mandamases del planeta. “ Como guías del capital de nuestros clientes, le solicitamos a los negocios demostrar cómo van a dar fruto en su responsabilidad con los accionistas, incluyendo las prácticas y políticas sociales, medioambientales y de gobernabilidad” les explicó en la carta a los CEOs del año pasado.

Mientras pintan la transición como inevitable y escribiendo como si únicamente fuese un observador pasivo, de estas tendencias, Fink deja claro que las compañías que rehúsen montar al carro de lo sostenible tendrán una sequedad de inversiones y créditos. “Las inversiones sostenibles han alcanzado $4 trillones. Las acciones y ambiciones hacia la descarbonización tienen también que ser incrementadas” escribió Fink en su ampliamente seguida carta anual. Esto es solo el principio — el cambio tectónico hacia la inversión sostenible todavía está en aceleración”.

Una de las grandes metas es el “cero neto”, que esencialmente significa reducir a cero las emisiones humanas netas de gases, tales como el dióxido de carbón y el metano. Aparte de la obvia realidad de que esto es imposible a menos que se extermine a la población del planeta (la gente exhala CO2 y cada ser humano y animal en actividad libera alguna cantidad), las implicaciones que esto tiene son extraordinarias.

En su carta anual a los CEOs del año pasado. Fink dejó claro que resistir a la agenda global predatoria es inútil. “ Toda compañía y cada industria será transformada por la transición a un mundo de cero neto”, advirtió. “ La pregunta es serás líder o serás lidereado?”

Estas amenazas no son vanas. En 2021, cuando el liderato de Exxon decidió seguir su propio paso en el manejo del alegado “cambio climático” producido por el hombre en vez de obedecer los dictados de los activistas “medio ambientalistas” financiados corporativamente, BlackRock usό el arma de tu dinero para poner de rodillas al gigante de la energía. En realidad, haciendo uso de sus acciones para manejar a los clientes, los jefes de BlackRock sumaron a tres nuevos activistas del cambio climático a la Junta de Directores. 

Quizás más alarmante todavía, las maquinaciones de BlackRock forzaron a Exxon a rebajar la producción de petróleo convenientemente para permitir que PetroChina, controlada por el Partido Comunista Chino, uno de los grandes inversionistas de BlackRock, a apropiarse de los grandes campos petroleros norteamericanos. “A los mercados no les gusta la incertidumbre, los mercados prefieren los gobiernos totalitarios donde hay una comprensión de lo que está pasando”, dijo Fink. “Las democracias son muy turbulentas, como sabemos en los Estados Unidos”.

Una ironía grande de todo el empuje por el MSD y el cero neto es el escandaloso dragón chino de guerra en el salón: la China Comunista. Fink y las compañías en las que BlackRock tiene una participación dominante, han estado insuflando dinero americano de capital en entidades controladas por el Partido Comunista Chino, incluyendo “compañías” militares, desarrollando Inteligencia Artificial y otras tecnologías de guerra, que serían decisivas en algún futuro conflicto entre China y los Estados Unidos.

Mientras Fink y sus compañeros de viaje proclaman estar permanentemente preocupados por el “clima”, el “medio-ambiente”, y los “derechos humanos”, no pestañean para insuflarle inversiones norteamericanas en las manos del mayor asesino y destructor del medio-ambiente grupo de delincuentes que haya pisado el planeta. La obvia amenaza a la seguridad nacional de los Estados Unidos está completamente olvidada por los amiguitos de Fink en el gobierno.

Por supuesto, BlackRock no está solo en esto. Sus mayores competidores también se han subido a ese vagón de las MDS y el cero-neto. Uniendo fuerzas con la ONU y otros administradores de activasen una quasi-conspiraciὁn para manipular el mercado y destruir a todos sus competidores que no se rindan. Aunque funcionarios del ámbito de cumplimiento de la ley han alertado de las violaciones legales implicadas en el incumplimiento de sus obligaciones fiduciarias y en la colusión anti competencia, hasta ahora los conspiradores se han movido hacia adelante con mucha rapidez, con muy poca interferencia externa o siquiera escrutinio público.

Si se deja sin control, BlackRock y sus compañeros de viaje llevarán a la bancarrota a todos aquellos negocios y empresas que no satisfagan sus demandas y la pesadilla del “Nuevo Orden Mundial” como el sistema político y económico que han diseñado sus arquitectos, se pondrá en efecto. Mediante esta habilidad de manipular los mercados y sacar del negocio a sectores completos de la economía, de las inversiones, de los créditos, llegarán a imponer el sistema, que siempre ha sido su meta.

Ordeñando a los Contribuyentes

La elevación de Fink a la prominencia ha estado entrelazada con el Gran Gobierno y Financiación. Según el Financial Times, Fink fue uno de los grandes jugadores clave, detrás de las bambalinas, en la Administración Obama. Durante una batalla sobre el techo de la deuda en 2012, el Secretario del Tesoro de Obama, Timothy “Turbo Tax” Geithner, consultaba a Fink más que a ningún otro.

“Los intercambios de Mr. Geithner con Mr. Fink incluyeron al menos 49 de los que tuvieron en los últimos 18 meses, convirtiendo a Mr. Fink en el más frecuente interlocutor corporativo y en un emblema de la creciente influencia de BlackRock en los asuntos financieros globales”, reportó el Times en una pieza que también mencionó los lazos de BlackRock con diversos gobiernos europeos.

En adición a los gobiernos, Fink y BlackRock disfrutan de una relación muy íntima con el cartel de bancos usureros que enmascara una agencia llamada la Reserva Federal, así como con otros importantes bancos centrales.  En realidad, BlackRock fue un socio clave de la Reserva Federal en la crisis económica 2007-2008. “Ayudó a la Fed a manejar, evaluar, y vender la colección de activos tóxicos conocidos como Maiden Lane, acumulados en el pico de la crisis financiera mediante el rescate gubernamental de AIG,” continúa la exposición del artículo de 2012 sobre la influencia de BlackRock.

Fink y BlackRock realmente comenzaron bajo el techo de Blackstone a finales de los 80s, junto con otro número de cofundadores. Pero en poco tiempo la firma comenzó a irle bien y se independizó como una entidad independiente. A través de adquisiciones y con la ayuda por detrás del telón del “Estado Profundo,” la compañía creció en los 1990s y los 2000s para convertirse en la bestia multi-trillόn de dólares que es hoy.

Especialmente lucrativo fue el destructivo desastre financiero de 2007-2008, que Fink ayudó a ingeniar, según varios críticos y analistas. La razón por la que todo el mundo culpa a Fink fue su papel crucial en la creación de la bonanza de activos respaldados por hipotecas, con intereses principales que gracias a las políticas de la Reserva Federal terminó con la existencia de muchos bancos grandes. La crisis era una época de increíble bonanza financiera para BlackRock porque los gobiernos y los bancos centrales acudieron a ellos en busca de “ayuda”. BlackRock incluso supervisὁ los programas de la FED para manejar los activos de Bear Stearns y AIG durante la crisis.

Los Fondos Negociables en Bolsa (ETFs) se convirtieron en un negocio mayor para BlackRock, ya que los inversores entregaban dinero a la compañía como parte de varios de esos fondos — y para mal representar esos inversores a través de la votación para avanzar las nebulosas metas de MDS representadas por la clase de depredador global que representa Fink. BlackRock domina hoy esos ETFs, controlando casi el 40 % del mercado mayor que las dos que le siguen — Vanguard y State Street — combinadas. Sus “iShares” ETFs, originalmente adquiridas de Barclays, ahora significan más de $2 Trillones en activos.

BlackRock también jugó un papel importante en el manejo del extravagante “rescate” de la pandemia en 2020. En realidad, en marzo, el gigante fue listado a través de una variedad de contratos “sin  licitación” de la FED para manejar programas clave. Estos incluyeron el esquema extremadamente costoso de la FED de compra de bonos y su operación de garantías respaldadas por hipotecas comerciales, así como su programa de crédito ETF. Entre otros esquemas, BlackRock sembró enormes cantidades de dinero fiduciario en sus propios bonos y acciones ETF corporativas.

En resumen, la FED estaba creando moneda y robando tus ahorros mientras permitía a BlackRock manejar la distribución de ese botín a los megabancos y otros compinches — todos enriqueciéndose ellos mismos y sus amigos, y todos con condiciones amarradas, naturalmente. Quién habla de conflicto de intereses! Esta fue un de las herramientas utilizada por BlackRock y sus aliados en el gobierno y el banco central la han convertido en armas de guerra para forzar visiones más agresivas de “despierto” sobre los negocios y los consumidores americanos.

Una de las transformaciones significativas de la economía global diseñadas por BlackRock implicó algo denominado “Marcha Directa”. Magistralmente explicada por Corbett en la Serie mencionada, esta propuesta de BlackRock en Agosto del 2019 les pedía a los bancos centrales inyectar dinero fiduciario directamente en la economía, no solamente a través de compras de bonos y manipulación de las tasas de interés, sino también por ese “camino directo” que fue adoptado e implementado poco después de ser propuesto.

En su documento del 2019, los banqueros centrales de BlackRock delinearon una visión nueva para un nuevo papel expandido en el planeamiento de la economía y desconociendo a los funcionarios electos, tradicionalmente a cargo de supervisar la política fiscal (impuestos y gastos) “se necesita una respuesta sin precedentes cuando la política monetaria está agotada y la política fiscal sola no es suficiente”, argumentaba BlackRock. “Esa respuesta probablemente implicará ‘camino directo’. ‘Camino directo’ significa que el banco central encontrará formas de ubicar dinero del banco central directamente en las manos del público y los del sector privado que gastan dinero.”

Corbett explicó el significado de esto. “Lo que nos dijeron era ‘pandémico’ era en realidad, a nivel financiero, solamente una excusa para un bombeo absolutamente sin precedentes, de millones de dólares de la FED directamente en la economía, explicó en la segunda parte de su serie sobre BlackRock, haciendo notar que la firma misma supervisaba y se beneficiaba de esta transformación revolucionaria. “Eso es suficiente para comprender que los banqueros centrales sacaron del reseteo de Ir Directo la capacidad de hacerse cargo de la política fiscal y comenzar a diseñar la política económica de los empresarios en una forma … bueno, más directa.”

A través de su revolución “Ir Directo,” en sociedad con los gobiernos y los bancos centrales, BlackRock “había conquistado al planeta,” continuó Corbett. “Está ahora dictando las intervenciones de los bancos en todo papel concebible y en violación directa de las reglas de conflicto de intereses, actuando como consultor y consejero, como administrador, como comprador, como vendedor,  y como inversor tanto con los bancos, las corporaciones, los fondos de pensión, con otras entidades y como liquidador con la propia FED.”

Definitivamente BlackRock está en el camino de convertirse en el amo del universo, explicó Corbett. “La transición de BlackRock de una mera firma de inversiones a un coloso financiero, político y tecnológico, con poder para dirigir el camino de la civilización humana, está casi completo,” concluyó.

Aladdin

Pero, un momento, hay más. El sistema de Inteligencia Artificial de BlackRock, conocido como Aladdin, ahora supervisa cientos de trillones de dólares en valor de inversiones, más allá de las administradas propiamente por BlackRock. Nadie sabe el número verdadero, porque BlackRock decidió de hacerlo público después que el número se infle a más de $21 trillones. Irónicamente, aún los mayores competidores de la firma, Vanguard y State Street, descansan en Aladdin, como lo hacen la mayoría de las grandes mayores compañías de tecnología, e incontables inversores institucionales cuyos fondos están siendo usados como armas por BlackRock para imponer su visión tecnocrática de la economía.

En sitio Web, BlackRock ofrece una visión rosada de todo eso. “Todo lo que hacemos está guiado por la convicción de que los inversores necesitan la claridad en cada punto del proceso inversionista a fin de hacer decisiones más informadas, escalar y alcanzar mejores resultados de las inversiones”, dice la firma. “En la búsqueda de esta meta, estamos continuamente innovando y evolucionando la tecnología de  Aladdin. Más que un software de inversiones, la tecnología Aladdin ofrece claridad y conectividad al ecosistema financiero del mundo.” Suena tan inocente, incluso tan favorable. Pero sin embargo, hay mucho más en esa historia.

De acuerdo a una historia del 2020 del Financial Times, la mitad de los aseguradores más grandes compran activos descansando en el sistema Aladdin de BlackRock. El fondo de pensiones mayor del mundo, el gobierno japonés con unos $1.5 trillones, también lo hace. Las tres mayores compañías del mercado de valores de Estados Unidos igualmente descansan en ese sistema para “dirigir” sus cientos de billones en inversiones corporativas. Se está volviendo cada vez más difícil para cualquier firma en la industria permanecer competitiva sin el sistema, dicen los íntimos. En resumen, esta bestia empoderada de inteligencia artificial se está convirtiendo rápidamente en la dominante del paisaje global de las inversiones.

Los gobiernos, los inversores y los bancos alrededor del mundo descansan en Aladdin para todo, desde decidir donde ubicar los fondos de las liquidaciones hasta decidir donde invertir capital. En realidad, por algunos estimados, casi 3 de cada 4 operaciones de compra-venta en la bolsa son hechas por Aladdin o algún derivado de sus sistemas. Incontables administradores de fondos han sido dejados de lado dentro de BlackRock y mas allá, a medida que Aladdin avanza. Los bienes raíces pueden ser la próxima frontera, en la medida que los megabancos y los managers, alimentados por Aladdin, compren hasta casa de familia individuales.

Debido a que el sistema es de propiedad privada, los ajenos no tienen ninguna forma de capturar o comprender lo que está “debajo del capote.” La compañía lo dibuja como una herramienta para el “manejo de riesgos,”  especialidad de BlackRock que ha sido la especialidad de BlackRock desde el nacimiento de la compañía a finales de los ‘80s. Pero, en realidad, está ocurriendo mucho más que solamente calcular el riesgo sobre las muchas inversiones, tales como las acciones que son mantenidas por los clientes de BlackRock. La cantidad de datos que son engullidos por el sistema son simplemente incalculables.

En cierto modo, Aladdin es un microcosmos sobre el futuro que Fink y sus compañeros del Foro Económico Mundial desean para la humanidad: Decisiones acerca de todo, no solamente la localización. Esas decisiones serán tomadas por máquinas y los complejos algoritmos que las potencian. Igual que las decisiones de BlackRock, la IA decidirá, basado en lo que mejor resulte para determinado o determinados individuos, en el tope — aquellos que determinan qué hace el algoritmo y cómo toman las decisiones.

Hoy, BlackRock utiliza sus posiciones en el mercado para forzar a cada compañía — incluyendo las privadas, dado que ellas tienen que hacer negocios con esas firmas públicas — a adoptar políticas “despiertas” para mantener el puntaje de las metas globales crecientes. En el pasado, los humanos habrían tomado esas decisiones de dónde y cómo asignar capital, basadas en el riesgo y la rentabilidad. Hoy, el capital es asignado basado en cuan correctamente cumplen las compañías y los gerentes con los dictados tales como empujar el fanatismo LGBTQ y el alarmismo sobre el calentamiento global. En un futuro no distante, procesos similares serán impuestos por los sistemas de IA diseñados por tecnócratas para tomar aún más decisiones para todos — al menos si BlackRock y sus amigos no son detenidos.

La Riposta

Aún si BlackRock y las fuerzas conectadas a ellos continúan su larga marcha a través de las instituciones corporativas norteamericanas, los críticos están organizando sus fuerzas para guerrear. Había una época cuando lo liberales e izquierdistas peleaban contra el poder sin control de una corporación rebelde. (Se acuerdan del Ocupar Wall Street?). En la medida que esos izquierdistas financiados corporativamente protesten a BlackRock, es para expresar que la firma no está haciendo lo suficiente para acabar con el capitalismo y el autogobierno.

Pero la oposición entre los conservadores está creciendo, y los estados bajo dirección republicana están trabajando agresivamente para frenar los abusos de BlackRock. Solo el año pasado, los estados dirigidos por el GOP han retirado casi $5 billones de BlackRock. A fines de 2022, Florida anunció que estaba retirando billones de dólares de BlackRock a causa de esos esquemas “despiertos” de las Metas Globales. “Utilizar el dinero de Florida para financiar el proyecto de ingeniería social de BlackRock es algo para lo que no firmamos”, dijo el Jefe Financiero Principal Jimmy Patronis. “No tiene nada que ver con maximizar los retornos y es el opuesto de lo que un administrador de fondos está contratado para hacer.  Estamos desinvirtiendo de BlackRock.

El Tesorero del Estado de West Virginia Riley Moore en realidad ha comenzado una coalición de cerca de 20 tesoreros estatales dedicada a proteger a sus constituyentes de BlackRock. En una serie de entrevistas con el New American, Moore alerto que BlackRock y otras firmas financieras estaban buscando sabotear las industrias en su estado, y la economía norteamericana, de la que dependemos. Mientras tanto, BlackRock parece tener un problema con aquellas industrias en China cuando están controladas por asesinos en masa. “Nuestro propio dinero está siendo convertido en un arma contra nosotros,” dijo  Moore antes de poner a BlackRock en la lista negra de compañías no permitidas para hacer negocio con ese estado.

Numerosos Fiscales Generales Estatales tienen una coalición que conversaron con este escritor para decirnos que también están investigando los esquemas de BlackRock. Entre otras preocupaciones, los máximos hombres de la ley en sus estados sugirieron que la compañía no está cumpliendo sus obligaciones fiduciarias. En lugar de enfocarse meramente en los retornos, BlackRock está enfocada en una serie de metas ajenas a eso, muchas de ellas, políticas. Pueden haber numerosas violaciones legales y de otra índole, tales como antimonopolio, dijo el Fiscal General, arguyendo que puede llevar a la firma a rendir cuentas por eso.

En una carta a Fink, en Agosto, una coalición de Fiscales Estatales advirtieron, en términos legales claros, que las maquinaciones de la compañía pueden ser ilegales, a no mencionar inmorales. “ Nuestros estados no permanecerán ociosos para los retirados y pensionados que se estén sacrificando por la agenda climática de BlackRock,” dijeron, apuntando a las diversas violaciones legales implicadas en las inversiones para las metas de Sostenimiento Global y criticando su adherencia a las “Metas de Sostenimiento Global” de la ONU.

La conciencia sobre el tema está creciendo. El año pasado, cuando el presentador de Fox News Tucker Carlson, por mucho la personalidad más popular de la televisión por cable, expuso a Fink y a BlackRock a sus millones de televidentes. Como cabeza de la administradora de fondos mayor del mundo, Fink tiene “control sin paralelo sobre la economía de los EUA y las economías que la comprenden,” Carlson advirtió a sus televidentes antes de presentar a al administrador de inversiones anti-Metas de Sostenimiento Globales, Vivek Ramaswamy. “Es una realidad muy significativa, dado que Larry Fink tiene una agenda política que es, al menos tan agresiva, como sus estrategias inversionistas.”

Ramaswamy, quien maneja su propio fondo y ahora está luchando por la nominación republicana a Presidente, atacó duramente a Fink y sus esquemas. “Es lo que llamo el rey del complejo industrial de los inversores Despierto… y lo que hace es causar que las compañías doblen sus rodillas a la ortodoxia Despierto,” dijo el inversor, atacando a Fink como “el maestro manejador de marionetas detrás de las bambalinas de América corporativa” el que convierte tu dinero es un arma contra ti mismo. “BlackRock dice que no invertirá en tu compañía a menos que te sometas a esas reglas progresivas, o le daremos el pago a otro CEO o lo cesantearemos, si rehúsa doblar sus rodillas a esta ortodoxia Despierta.”

El gurú financiero también mencionó a George Soros, sugiriendo que Fink es peor y más peligroso. “Digas lo que desees de Soros, al menos es su dinero”, continuó Ramaswamy. “ En este caso, es dinero que te pertenece, a los americanos corrientes, cuya sangre herviría si supieran en realidad que están usando su propio dinero para forzar una ortodoxia social progresiva sobre ellos mismos.”

Ramaswamy es uno de los muchos que trabajan para ofrecer alternativas a los inversores que no quieren que su dinero sea desperdiciado cuando menos, en búsqueda de nebulosas “MDG”, estafas diseñadas para redelinear al planeta. El Plan Timothy ofrece múltiples fondos para ayudar a los inversores cristianos a poner su dinero a trabajar basado en principios bíblicos, rehusando invertir en compañías anti-cristianas soportando el aborto y otros males. También hay un Fondo de Valores Conservadores Americanos (ACVF) y hasta un fondo MAGA. BlackRock, quien no respondió a nuestra solicitud de una entrevista, se convirtió en el gigante del mal a través de su relación simbiótica con el gobierno de USA y los bancos centrales. Como tal, frenarlo simplemente requerirá que el Congreso y los gobiernos estatales, detengan el desangramiento de sus contribuyentes para secar el alimento del apetito insaciable de este monstruo por el dinero, el poder, y el control. Los consumidores y los inversionistas pueden ayudar a acelerar esto, rehusando permitir que su dinero, incluyendo las cuentas de retiro, sean puestas bajo la administración de BlackRock. Ahora es el momento, antes que BlackRock y sus amigos, destruyan o devoren a todos y cada uno y a todo lo que se interponga en su camino.

Este artículo apareció originalmente en la edición del 31 de julio de 2023 de The New American. Se puede acceder a él en inglés aquí.